Como Sonia e Ivan , que formalizaron su amor hace unos meses y además con un pequeñajo en brazos que hacía las delicias de la ceremonia, celebrando su boda con los más queridos y cercanos.
La pareja en cuestión ya hacía años que estaban juntos y enamorados y lo quisieron celebrar y hacer frente a la ley y junto a la familia.
Casados, con un precioso bebé y con una gran tarta que enlaza todo.
Por cierto, he de decir que todo ésto fue idea de la chica, compañera de trabajo, que me pidió algo especial para dejar un buen sabor de boca uno de los días más especiales de su vida.
Dos pisos conformaban el pastel de boda pero eran solamente diez personas así que la patte de arriba fue de mentira, para que tuviera la altura necesaria y encima colocamos a los novios. Ella agarrándole del cuello del traje y él a lo suyo: intentando correr hacia el balón de fútbol, jejjeje, su mayor afición.
Por cierto, todo lo que veis en el pastel se come, hasta el encaje, que está hecho con glasa elástica.
Espero que éstos primeros meses hayan sido auténticos y que el resto de vuestra visa juntos sea igual de especial que el día de vuestra boda. Estoy segura que Enzo va a crecer feliz y sano en FAMILIA.