tarta "CABALLO DE LONGINOS"

Y de nuevo en el blog...hoy con una entrada super-especial.

Aquí es cuando agradezco a uno de mis hermanos que me ha hecho crecer como artista y a la vez ponerlo a caer de un burro, porque...anda que no me ha costado ésta creación.

El año pasado mi hermano Raul me dijo, así con la boca pequeña: "lo que molaría es el Longinos en fondant, ya me lo podías hacer para mi cumple" y un año me ha costado regalársela por su cumple en plan semanasantero junto con mi otro hermano, Rober.

A Roberto me inspiró el hacerle un congregante de la procesión del Via Crucis en la que salía mi abuelo materno (Manolo) al que yo casi no conocí pero que lo tengo como en un pequeño altar, porque me gustan las historias que me cuentan sobre él y que fue bastante conocido en la ciudad.
Procesionaba con su capa morada y la cual mi hermano mayor tuvo como legado, siempre lo recuerdo con ella. La verdad es que la idea me la chivó mi madre porque yo quería que fuera algo especial también para él como para Raul, pero no sabía qué hacerle que fuera algo que tuviera y para que lo recordara con cariño.

Por otra parte quise aceptar el reto del caballo porque aquí es como un pequeño símbolo de la semana santa  Zamorana.
 La cosa empezó a broma pero fue tomando forma. hacía un poco, lo dejaba aparcado, dentro de un mes volvía y hacía otro poquito, pero fue cuando vi que se acercaba el cumple cuando realmente me entraron las prisas y los apretones. El pensar que iba a ser el cumpleaños de él y que íbamos a celebrar el de Roberto junto con el suyo....me ponía los pelos de punta y no me dejaba dormir.

Aunque no os lo creais, cuando uno tiene que trabajar en otra cosa a parte de éste "oficio", muchas veces me despierto en mitad de la noche pensando en lo que me queda por hacer, en lo que tengo hecho e incluso imaginando el momento en que lo vean.

Eso es, para mí, la mayor satisfacción: el poder darle a alguien que celebra algo un trabajo tuyo que te ha costado darle forma y que encima guste tanto, y más si es un miembro de mi familia!

Bueno, no me enrollo más y aquí está el resultando de algo tan esperado. Bizcocho de vainilla con crema de mantequilla de café. mmmmmm....ah! y almíbar de crema de orujo!

Una anécdota: en el congregante se me olvidó hacerle el dibujo de la capa y el farol, por eso veréis en las fotos de la tarta que no lo tiene y me tocó hacérselo después. jejejej
El caballo me resultaba tan sumamente frágil, aunque no lo es para nada, colocarlo en la tarta que eran sólo unos segundos encima para hacerle las fotos y quitarlo.

Como fue una tarta compartida solamente tuvimos que cambiar la decoración y cantar dos veces el cumpleaños feliz!! jejeje.

NOTA: ésto no creo que se vuelva a repetir, asi que nadie se haga ilusiones!! además de tardar tanto por falta de tiempo es muy difícil hacer algo que se parezca a la realidad. No soy profesional ni técnica, sólo me gusta que las cosas salgan bien y que sean simpáticas!