Hace unos meses mi compañera de curro: Olga me pidió una tarta para celebrar el cumpleaños de su padre y hace un par de semanas lo hice realidad.
La cosa es que os pensáis que yo puedo hacer todo realidad y no sé hasta qué punto llegaré, si mis manos sabrán realizar todos mis pensamientos y los vuestros sobretodo!
Podría empezar diciendo que hacer una tarta es sencillo pero detrás hay mucho más que eso. Como ya os expliqué los pasos en la entrada anterior ahora sólo me limito al tiempo que lleva hacerse con información y plasmarla en 3 dimensiones.
Olga estaba muy emocionada mientras me contaba cómo era lo que quería y pensando en su padre lo tenía claro. Era un regalo entre su hermano y ella y tenía que ser algo que realmente le gustase. "Unos galgos corriendo por la tierra arada detrás de una liebre y paja por alrededor"...eran las explicaciones.
La tarta no podía llevar árboles de ningún tipo. Como marca personal ella quería una placa adelante que pusiera: << felicidades Goyin >>, se le iluminaba la sonrisa sólo de pensarlo, jejejej.
Chocolate y más chocolate rellenaban el bizcocho, uno blanco y otro con leche, y mojamos todo con un almíbar de Baileys, que a la crema de choco es lo que mejor le va.
Cuando comencé a hacer los galgos me decían que parecían podencos, luego que las liebres no son grises, son marrones, y que nunca corren al contrario de las tierras aradas sino que lo hacen en el mismo sentido.... y mi cara cuando lo estoy haciendo con todo el cariño es de cabreo total. Bueno, siempre se acaba aprendiendo de todo y seguro que no me vuelve a pasar, pero a pesar de todos los inconvenientes me gustó mucho el resultado y a Olga también.
Una cosilla: chocolate + chocolate....= bomba EXTRA-dulce!! no apto para poco golosos ;))