Tarta motorizada!!

Salimos del extra radio de Zamora para llegar hasta la zona salmantina de Ciudad Rodrigo.

Por segunda vez me acerco a mis vecinos de al lado y es la tercera que salgo de la cuidad para temas dulces.

La historia comienza cuando Rosalía, amiga de mi prima, vecina de la zona y compañera mía de alguna que otra juerga de "carnavalesca"... vio en mi blog la tarta que le hice a mi cuñado; si, la de la  moto de carretera de Andrés (pincha en el enlace para recordar).
Le gustó tanto que decidió regalársela a su novio, un enamorado de las motos.

Quería que fuera prácticamente igual que la que había visto por tanto no me compliqué la vida y me puse manos a la obra.
Os cuento un secretillo para que las figuras no pesen demasiado:
                 
         Si las hiciera de fondant completamente o de pasta de goma sería un gran lastre para la tarta, es decir, se hundiría por completo un pastel si la figura fuera demasiado grande; así que hago la figura completa, o parte de ella de poliestireno o porexpan, más conocido vulgarmente.
Cojo un trozo, dependiendo de la figura y lo tallo, lo cubro con fondant, le hago los "apaños" necesarios y los detalles y además me aseguro que le va a durar mucho más.
¿Os acordáis del caballo que le hice a mi hermano? pues si no, no hubiera podido hacerle el pedestal que le hice para que lo guardara en casa. (Un día, a ver si me acuerdo le hago una foto y la cuelgo para que lo veáis cómo quedó de chulo.)

La moto es negra y con los dibujos en plata. Le hice las llamas porque va "quemando rueda" allá por donde va, jejejej, es broma... por si lo está leyendo ;))

Rellena de los dos sabores de más éxito: chocolate y dulce de leche, con almíbar de crema de orujo, para mojar el bizcocho de vainilla.

Lo pasaron genial, como en cualquier celebración que se precie. Gracias prima por hacer tan bien de mis relaciones públicas!! un besazo a las dos y al cumpleañero un buen tirón de orejas!